( 1916 - )

Issur Danielovitch Demsky nació en Amsterdam, Nueva York, el día 9 de diciembre de 1916. Hijo de una familia de inmigrantes de origen judío de clase baja, pasó enormes necesidades durante su infancia lo que probablemente contribuyó a formar un carácter en el que la ambición y el esfuerzo constante sólo tenían como objetivo llegar a la tan ansiada cima. Durante su adolescencia desempeña multitud de oficios, incluido el de boxeador, hasta que acaba en una escuela de Arte Dramático, completamente seducido por el teatro, aunque su destino fuese el de los grandes estudios hollywoodienses. Douglas fue siempre un luchador implacable, ambicioso y atormentado por sus pretensiones de éxito en la vida. Su rebeldía y capacidad de lucha le empujaron a convertirse en productor, escapando, de ese modo, a la esclavitud de los grandes estudios. Su debut se produjo en 1946 junto a Barbara Stanwyck en el filme negro The strange love of Martha Ivers, recomendado por Lauren Bacall a los productores. Todos sus primeros trabajos son thrillers.
Desde un principio causó impacto y todos los estudios comenzaron a rifárselo. Se negó desde muy pronto a quedar encasillado en el tipo de papeles que hiciesen de él una figura efímera, pues sus aspiraciones eran convertirse en un actor de envergadura y por ello luchó sin descanso. Fue un gran actor dramático que tuvo, además, el acierto y la suerte de conseguir papeles en películas de prestigio. Hubo una serie de personajes que forjaron su reputación: el boxeador de El Ídolo de barro de Robson en 1949; el detective de Brigada 21, de William Wyler; el periodista de El gran carnaval de Billy Wilder; y, por último, el judío de Hombres olvidados de Stanley Kramer. Para continuar, no bajó el listón, sino que incluso lo aumentó con su aparición en Cautivos del mal de Vicente Minnelli. Destacó también a las órdenes de Joseph Leo Mankievicz en Carta a tres esposas. En el plano personal, tras un romance inicial con la actriz Pier Angeli, se casó con Anne Mars Buyrdens, publicista belga, que aún continúa siendo su esposa hoy en día. En 1955, fundó su propia compañía independiente, la Bryna, llamada así en honor a su madre.
La clave para avanzar en su carrera de formal tan magistral y que también aplicó al éxito de su Compañía fue la alternancia en la elección de títulos de prestigio con los éxitos comerciales, aunque incluso lo comercial poseía calidad. Algunos de sus éxitos de taquilla son hoy aún auténticas obras de arte: 20000 leguas de viaje submarino (1954); Río de sangre (The big sky, 1952) de Howard Hawks; Duelo de titanes (Gunfight at OK Corral, 1956); y Los Vikingos (1958). Supo escoger muy bien sus papeles y, así, los interpretó muy variados y diferentes: trapecista en Tres amores, esclavo en Espartaco de Kubrick, corredor de coches en Hombres olvidados y, por supuesto, todo lo que se puede ser en un western.
Durante los años 60 y 70 su prestigio continuó intacto. Douglas no fue nunca un actor de comedia y es complicado hallar algún título que merezca ser comentado: Intriga femenina (Top secret affair, 1958). Sabía perfectamente que daba lo mejor de sí en los papeles que precisaban su gran temperamento, pues en los personajes suaves quedaba algo grandilocuente. Dos semanas en otra ciudad (1962) completa a Cautivos del mal y posee momentos de enorme inspiración. En 1964 rodó Siete días de mayo de Frankenheimer y trabajó durante la década con gran número de prestigiosos realizadores: El compromiso (The arrangement, 1969) de Elia Kazan; El último de la lista (The list of Adrian Messenger, 1963), de John Huston; Los héroes de Telemark (1965) de Anthony Mann; El día de los tramposos (There was a crookea man, 1970) de Joseph Leo Mankiewicz; y Primera victoria (In harm´s way, 1965) de Otto Preminger. En 1963 volvió al teatro con la obra Alguien voló sobre el nido del cuco que resultó un fracaso, pero su hijo Michael se quedó con los derechos y la produjo para el cine, consiguiendo un éxito rotundo, con Jack Nicholson en el papel principal.
Kirk Douglas ha sido nominado al Oscar en tres ocasiones, entre ellas por su papel preferido: el de Van Gogh en El loco del pelo rojo, pero nunca lo ha ganado. Actualmente ha cambiado el cine por la literatura, habiendo publicado la novela Baile con el diablo y sus memorias El hijo del trapero, convertidas ya en todo un best-sellers.
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