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The Flesh and the Fiends (1960)
La carne y el demonio
País: Reino Unido
Duración: 97 minutos
B/N
Director: John Gilling
Guión: John Gilling, Leon Griffiths
Productor: Robert S. Baker, Monty Berman
Director de fotografía: Monty Berman
Música: Stanley Black
Más información
Reparto: Peter Cushing, June Laverick, Donald Pleasence, George Rose, Renee Houston, Dermot Walsh, Billie Whitelaw, John Cairney, Melvyn Hayes, June Powell, Andrew Faulds, Philip Leaver, George Woodbridge, Garard Green, Esma Cannon, Geoffrey Tyrrell, George Bishop, Beckett Bould, George Street, Michael Balfour, Stephen Scott, Raf De La Torre, Steven Berkoff, Golda Casimir, Robert Checksfield, Paul Craig, Glyn Dearman, Gilda Emmanuelli, Moris Farhi, Janice Field, Norman Fisher, Ian Fleming, Eric Francis, Lucy Griffiths, Dorothy Grumbar, Victor Harrington, Frank Henderson, Robert Hunter, Olive Kirby, Vivienne Lacey, Ann Lancaster, Roy Lansford, Jack McNaughton, Vernon Morris, Michael Mulcaster, Sylvia Osborne, Gordon Phillott, John Rae, Terry Richards, John Scott, Jack Sharp, Charles Stanley, Marita Stanton, Peter Stephens, Graham Stuart, Hazel Sutton, John Tatum, Anthony Valentine, Don Vernon
Sinopsis y comentarios: El doctor Robert Knox imparte clases de anatomía a jóvenes estudiantes en la Academia que lleva su nombre. Al concluir una de sus clases, el prestigioso Knox recibe la visita de su prima, mientras horas más tarde se cita a altas horas de la madrugada con Billy Burke y William Hare, un par de siniestros personajes del pueblo que proveen al veterano profesor de cadáveres recientes para sus prácticas. El modus operandi de Burke y Hare resulta siempre el mismo en sus inicios: el asesinato de viejos sin recursos económicos perpetrados cerca o dentro de la casa del primero, provista de habitaciones para huéspedes, que regenta junto a su esposa. Pero el perfil de las víctimas cambia cuando Hare intenta violar a Mary Patterson, la díscola y alcohólica prometida de Christopher Jackson, uno de sus alumnos menos brillantes de la clase de anatomía cuyas clases dirige Knox. (FILMAFFINITY)
Comentario de Jesús Alvarez (Sospechosos cinefágos)
http://sospechososcinefagos.blogspot.co ... -1960.html
La famosa historia de estos peculiares suministradores de cadáveres en el Edimburgo del siglo XIX ha sido llevada al celuloide en más de una docena de ocasiones. La más reciente, aquella endeble aportación del cada vez menos acertado John Landis, titulada sin mayor titubeo, Burke and Hare.
Quizás la más laureada de todas las adaptaciones fue "El Ladrón de Cadáveres" (The Body Snatcher, 1945), ya todo un clásico de terror de serie B donde el lujoso dúo Lugosi-Karloff, bajo las órdenes del siempre creativo Robert Wise (La Amenaza de Andrómeda), adaptaban el relato que Robert Louis Stevenson escribió sobre esta historia, basada a su vez en hechos reales.
Sin embargo, a finales de los años cincuenta, una discreta producción británica bajo la batuta de John Gilling (director "Hammeriano" autor de "El sudario de la momia", entre otras) volvía a situar en pantalla esta interesante historia, con un mayor rigor en los hechos que sus previas, pero que no tuvo buena respuesta en taquilla, por lo que se relegó al ostracismo.
Maltratada por las distribuidoras en general, sólo hay que ver lo indignas de sus ediciones en digital (incluso la aparentemente cuidada edición Pal deja muchísimo que desear), por no hablar de los tijeretazos sufridos en diferentes países como en los EEUU, que directamente se comen 6 minutos de metraje y se dieron el gusto de cambiar el título por el de "Manía" (¿¿....??). En sí, la trama no dista mucho del resto de adaptaciones existentes, pero ofrece un buen puñado de razones por las que La Carne y el Demonio debería estar mucho mejor valorada de lo que estuvo y actualmente parece estar.
Situémonos pues en el Edimburgo de 1820, dónde el prestigioso cirujano Robert Knox (un insuperable Peter Cushing, en uno de los mejores papeles de su extensa filmografía) imparte clases de medicina en la facultad. Sus innovadores trabajos experimentales por el bien del campo de la salud requieren cadáveres frescos con asiduidad, que usa para diseccionar y prosperar en sus estudios y que le suministran de vez en cuando unos pobres borrachos de taberna.
Un par de desaprensivos indecentes, William Burke y William Hare (excelentes George Rose y Donald Pleasence, respectivamente), se percatan del fructífero y relativamente sencillo negocio y comenzarán a proveer al doctor Knox más "material" del que cabría esperar, levantando todo tipo de sospechas a su alrededor.
La película de Gilling no sólo se muestra respetuosa con los nombres originales, situaciones y desarrollo con rigurosa exactitud, sino que lo hace desde una perspectiva nada moralista y acertadamente neutral, exponiendo en clave de humor negro lo que en realidad, fue un negocio tremendamente mal gestionado por dos patanes.

La ambientación, pese a estar rodada plenamente en estudios de interior, resulta sencillamente magnífica, consiguiendo un alto grado de sordidez y miseria dentro de una época donde el mismo pueblo, con el permiso de las autoridades pertinentes, ajusticiaba mejor que el propio gobierno a los malhechores, asesinos o violadores (como claramente se hace referencia en una de las escenas más impresionantes del film).
También sabe mostrar con apreciable valentía el desenfreno erótico que por las noches inundaba las tabernas de los barrios, donde la prostitución estaba presente sin restricción alguna. De hecho, el personaje de la hermosa prostituta Mary Patterson, que enamora al joven y prometedor Dr. Jackson, es ejemplarizante en ese aspecto; dos caras de una misma mujer, a la que por un lado le gustaría salir de su situación y enamorarse, pero que sigue siendo adicta al "ajetreo nocturno" del cual proviene. Una historia de amor cruel y fascinante como pocas que además desemboca en un final perfecto.
Maravillosa también la caracterización del Dr. Knox a cargo de Cushing, brillante como nunca en su creación del cirujano que ambiciona tanto en su búsqueda científica que no se percata de lo atroz de su comportamiento hasta que es ya tarde. En mi opinión, supera en cierto modo sus míticas interpretaciones del doctor Frankenstein, que ya son leyenda
Dentro de lo escabroso del asunto, se percibe un lúcido discurso sobre el Juramento Hipocrático, exponiendo los riesgos y límites que la medicina debería permitirse para avanzar en su desarrollo pero sin llegar a condicionar a la frágil ética humana. ¿Vale la pena entonces la vida de un sólo paciente por la salvación de futuras generaciones?...siempre y cuando no sea la tuya, supongo que la respuesta es sí.
Un exquisito trabajo de actores en general (con excepción del citado Dr.Jackson, que empaña la cinta), secuencias valientes y de estupenda ambientación (la lujuriosa taberna, esas callejuelas sucias de Edimburgo o el oscuro sótano del Dr. Knox, por no hablar de la escena con los cerdos, la más terrorífica de todas) más un sólido guión, encumbran esta adaptación de los asesinatos de West Port y la convierten en la mejor de todas cuantas se hayan filmado.
No deja de ser una pena que haya aspectos menos pulidos en el resultado final, como la insípida sobrina del doctor y el pelma de su novio Mitchell, la ingenua falta de continuidad en las ebriedades de Mary o el poco tenaz uso del cineasta con la cámara (se intentan un par de planos secuencia que no funcionan del todo bien, hay encuadres fallidos, poca luz, etc).
Concluyendo admitiré que se trata de una joyita de terror británica sin el sello de la Hammer pero que bien podría ser una de las mejores de la famosa productora, pues nada tiene que envidiarles al resto de films de similar calado.
Capturas:






Datos técnicos:

Elinks:
The Flesh And The Fiends 1960 Uncut Internal Dvdrip x264-Tehparadox.mkv 
Subtítulos en español (obra de Javier con sincro de Tronko):
http://www.opensubtitles.org/es/subtitl ... -fiends-es

The Flesh and the Fiends (1960)
La carne y el demonio
País: Reino Unido
Duración: 97 minutos
B/N
Director: John Gilling
Guión: John Gilling, Leon Griffiths
Productor: Robert S. Baker, Monty Berman
Director de fotografía: Monty Berman
Música: Stanley Black
Más información
Reparto: Peter Cushing, June Laverick, Donald Pleasence, George Rose, Renee Houston, Dermot Walsh, Billie Whitelaw, John Cairney, Melvyn Hayes, June Powell, Andrew Faulds, Philip Leaver, George Woodbridge, Garard Green, Esma Cannon, Geoffrey Tyrrell, George Bishop, Beckett Bould, George Street, Michael Balfour, Stephen Scott, Raf De La Torre, Steven Berkoff, Golda Casimir, Robert Checksfield, Paul Craig, Glyn Dearman, Gilda Emmanuelli, Moris Farhi, Janice Field, Norman Fisher, Ian Fleming, Eric Francis, Lucy Griffiths, Dorothy Grumbar, Victor Harrington, Frank Henderson, Robert Hunter, Olive Kirby, Vivienne Lacey, Ann Lancaster, Roy Lansford, Jack McNaughton, Vernon Morris, Michael Mulcaster, Sylvia Osborne, Gordon Phillott, John Rae, Terry Richards, John Scott, Jack Sharp, Charles Stanley, Marita Stanton, Peter Stephens, Graham Stuart, Hazel Sutton, John Tatum, Anthony Valentine, Don Vernon
Sinopsis y comentarios: El doctor Robert Knox imparte clases de anatomía a jóvenes estudiantes en la Academia que lleva su nombre. Al concluir una de sus clases, el prestigioso Knox recibe la visita de su prima, mientras horas más tarde se cita a altas horas de la madrugada con Billy Burke y William Hare, un par de siniestros personajes del pueblo que proveen al veterano profesor de cadáveres recientes para sus prácticas. El modus operandi de Burke y Hare resulta siempre el mismo en sus inicios: el asesinato de viejos sin recursos económicos perpetrados cerca o dentro de la casa del primero, provista de habitaciones para huéspedes, que regenta junto a su esposa. Pero el perfil de las víctimas cambia cuando Hare intenta violar a Mary Patterson, la díscola y alcohólica prometida de Christopher Jackson, uno de sus alumnos menos brillantes de la clase de anatomía cuyas clases dirige Knox. (FILMAFFINITY)
Comentario de Jesús Alvarez (Sospechosos cinefágos)
http://sospechososcinefagos.blogspot.co ... -1960.html
La famosa historia de estos peculiares suministradores de cadáveres en el Edimburgo del siglo XIX ha sido llevada al celuloide en más de una docena de ocasiones. La más reciente, aquella endeble aportación del cada vez menos acertado John Landis, titulada sin mayor titubeo, Burke and Hare.
Quizás la más laureada de todas las adaptaciones fue "El Ladrón de Cadáveres" (The Body Snatcher, 1945), ya todo un clásico de terror de serie B donde el lujoso dúo Lugosi-Karloff, bajo las órdenes del siempre creativo Robert Wise (La Amenaza de Andrómeda), adaptaban el relato que Robert Louis Stevenson escribió sobre esta historia, basada a su vez en hechos reales.
Sin embargo, a finales de los años cincuenta, una discreta producción británica bajo la batuta de John Gilling (director "Hammeriano" autor de "El sudario de la momia", entre otras) volvía a situar en pantalla esta interesante historia, con un mayor rigor en los hechos que sus previas, pero que no tuvo buena respuesta en taquilla, por lo que se relegó al ostracismo.
Maltratada por las distribuidoras en general, sólo hay que ver lo indignas de sus ediciones en digital (incluso la aparentemente cuidada edición Pal deja muchísimo que desear), por no hablar de los tijeretazos sufridos en diferentes países como en los EEUU, que directamente se comen 6 minutos de metraje y se dieron el gusto de cambiar el título por el de "Manía" (¿¿....??). En sí, la trama no dista mucho del resto de adaptaciones existentes, pero ofrece un buen puñado de razones por las que La Carne y el Demonio debería estar mucho mejor valorada de lo que estuvo y actualmente parece estar.
Situémonos pues en el Edimburgo de 1820, dónde el prestigioso cirujano Robert Knox (un insuperable Peter Cushing, en uno de los mejores papeles de su extensa filmografía) imparte clases de medicina en la facultad. Sus innovadores trabajos experimentales por el bien del campo de la salud requieren cadáveres frescos con asiduidad, que usa para diseccionar y prosperar en sus estudios y que le suministran de vez en cuando unos pobres borrachos de taberna.
Un par de desaprensivos indecentes, William Burke y William Hare (excelentes George Rose y Donald Pleasence, respectivamente), se percatan del fructífero y relativamente sencillo negocio y comenzarán a proveer al doctor Knox más "material" del que cabría esperar, levantando todo tipo de sospechas a su alrededor.
La película de Gilling no sólo se muestra respetuosa con los nombres originales, situaciones y desarrollo con rigurosa exactitud, sino que lo hace desde una perspectiva nada moralista y acertadamente neutral, exponiendo en clave de humor negro lo que en realidad, fue un negocio tremendamente mal gestionado por dos patanes.

La ambientación, pese a estar rodada plenamente en estudios de interior, resulta sencillamente magnífica, consiguiendo un alto grado de sordidez y miseria dentro de una época donde el mismo pueblo, con el permiso de las autoridades pertinentes, ajusticiaba mejor que el propio gobierno a los malhechores, asesinos o violadores (como claramente se hace referencia en una de las escenas más impresionantes del film).
También sabe mostrar con apreciable valentía el desenfreno erótico que por las noches inundaba las tabernas de los barrios, donde la prostitución estaba presente sin restricción alguna. De hecho, el personaje de la hermosa prostituta Mary Patterson, que enamora al joven y prometedor Dr. Jackson, es ejemplarizante en ese aspecto; dos caras de una misma mujer, a la que por un lado le gustaría salir de su situación y enamorarse, pero que sigue siendo adicta al "ajetreo nocturno" del cual proviene. Una historia de amor cruel y fascinante como pocas que además desemboca en un final perfecto.
Maravillosa también la caracterización del Dr. Knox a cargo de Cushing, brillante como nunca en su creación del cirujano que ambiciona tanto en su búsqueda científica que no se percata de lo atroz de su comportamiento hasta que es ya tarde. En mi opinión, supera en cierto modo sus míticas interpretaciones del doctor Frankenstein, que ya son leyenda
Dentro de lo escabroso del asunto, se percibe un lúcido discurso sobre el Juramento Hipocrático, exponiendo los riesgos y límites que la medicina debería permitirse para avanzar en su desarrollo pero sin llegar a condicionar a la frágil ética humana. ¿Vale la pena entonces la vida de un sólo paciente por la salvación de futuras generaciones?...siempre y cuando no sea la tuya, supongo que la respuesta es sí.
Un exquisito trabajo de actores en general (con excepción del citado Dr.Jackson, que empaña la cinta), secuencias valientes y de estupenda ambientación (la lujuriosa taberna, esas callejuelas sucias de Edimburgo o el oscuro sótano del Dr. Knox, por no hablar de la escena con los cerdos, la más terrorífica de todas) más un sólido guión, encumbran esta adaptación de los asesinatos de West Port y la convierten en la mejor de todas cuantas se hayan filmado.
No deja de ser una pena que haya aspectos menos pulidos en el resultado final, como la insípida sobrina del doctor y el pelma de su novio Mitchell, la ingenua falta de continuidad en las ebriedades de Mary o el poco tenaz uso del cineasta con la cámara (se intentan un par de planos secuencia que no funcionan del todo bien, hay encuadres fallidos, poca luz, etc).
Concluyendo admitiré que se trata de una joyita de terror británica sin el sello de la Hammer pero que bien podría ser una de las mejores de la famosa productora, pues nada tiene que envidiarles al resto de films de similar calado.
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Subtítulos en español (obra de Javier con sincro de Tronko):
http://www.opensubtitles.org/es/subtitl ... -fiends-es