

American Movie: The Making of Northwestern (EU, 1999), segundo largometraje del joven cineasta Chris Smith, ganó el Gran Premio del Jurado en Sundance 1999 y se estrenó un año después de forma limitada en Estados Unidos. Sin embargo, a excepción de las consabidas programación en la televisión de paga, este desconcertante documental sigue inédito en México, tanto en el circuito comercial como en el cultural o en el formato casero. American Movie es un curioso documental que, como su nombre completo lo indica, no es otra cosa (más bien: no parece ser otra cosa) que un “detrás de las cámaras” de Northwestern, una violenta cinta de horror de serie Z planeada por un bravo cineasta infraindependiente, Mark Borchardt, al que seguimos en sus ¿inútiles? afanes por realizar la mencionada película. Mientras esto pasa, vemos a Mark enfrentar la dura realidad, alejada años luz de su iluso “sueño americano” de convertirse en un gran director.
Dicho de otra forma, el delgado treintañero debe la pensión de sus tres hijos, vive aún con su madre, se alcoholiza viendo el SuperBowl y tiene que trabajar en un cementerio para poder sobrevivir precariamente.
Lo extraordinario de todo esto es que Smith, cual Flaherty postmoderno, ha seguido a Mark, sus amigos, compinches y familiares durante 2 años, viviendo con ellos, compartiendo sus sueños y decepciones, encontrando igual la fe más insensata y el escepticismo más frío frente a los sueños del aprendiz de cineasta que, en vista de que no puede iniciar su largometraje, decide finalizar un corto de horror, Coven, con la idea de venderlo en el mercado de video y así conseguir el suficiente financiamiento para terminar Northwestern.
American Movie es una película extraña que desconcierta y fascina en partes iguales. Provoca hilaridad a costa de sus seres de carne y hueso pero su intención principal no parece ser la burla postmoderna. De hecho, el entusiasmo con el que sigue a su héroe, Mark Borchardt, es auténtico (o así se siente), pero la realidad que rodea a las criaturas que vemos en la pantalla va de lo conmovedor a lo francamente depresivo. Además, contra todo pronóstico, Smith no crea la típica distancia irónica por medio de la cual uno, como espectador, puede reírse a carcajadas de las idioteces de OTROS.
La propuesta de Smith es mucho más provocadora e inteligente: con una desarmante seriedad y un seco naturalismo fílmico, el joven realizador –que tiene la misma edad de Borchardt, al que conoció en la Universidad de Wisconsin—se acerca al mundo del director de Coven y Northwestern sin posiciones de superioridad intelectual, sin afán de caricaturizar o de burlarse cruelmente de sus personajes –más bien, de sus personas. Por ello, la película deja un regusto encontrado: por una parte, es casi admirable la insensatez de Borchardt y amigos en seguir en el camino de querer hacer cine; por otra parte, es doloroso (y a veces, con toda la pena del mundo, francamente ridículo) que sigan teniendo ese sueño puesto que, vistos los resultados en pantalla (es decir, a la vista de los fragmentos de Coven, Northwestern y otros filmes más) lo que hace Borchardt es basura fílmica en estado puro.
He aquí la gran paradoja de este inclasificable documental: ¿por qué hacer una película sobre un cineasta desconocido y mediocre que no ha terminado un solo largometraje –ni siquiera el multimencionado Northwestern? ¿Se trata de una desvergonzada explotación del fracaso de otros, hecho por Smith, un cineasta cínico y con talento? ¿O, como el mismo Smith lo afirma, es una película que documenta la vigencia del sueño americano en contra de la imbatible realidad que se vive en los pequeños pueblos estadounidenses?
http://www.imdb.com/title/tt0181288/