L'humanite (Bruno Dumont, 1999) DVDRip VOSE

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hiru
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L'humanite (Bruno Dumont, 1999) DVDRip VOSE

Mensaje por hiru » Vie 29 May, 2009 12:56

Enlaces para emule:
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Subtítulos de gran detalle completados a partir del la lectura de texto que se encuentra en relevé de texte y con apoyo del audio, con fecha 29/5/2009: http://www.opensubtitles.org/es/subtitl ... anite-l-es

Datos tecnicos del DVDRip:
Informacion del archivo:
Tamaño: 698 MB
Duracion: 02:21:39
Codec de video: DivX 3 Low-Motion
Bitrate de video: 549 kb/s
Resolucion: 608x256
Ratio: 2.38:1
Codec de audio: MPEG-1 Layer 3
Bitrate de audio: 132 kb/s
FPS: 23.976




Imagen

El dibujo de esta portada es el de una reimpresión del primer plano de la película. Resituándonos pasamos al segundo plano, como continuando este plano.

A continuación van unas traducciones que he hecho a partir de textos en frances de Buno que se encuentran en: http://www.tadrart.com/fr/films/humanite/
Notas de Trabajo

Preparación de una película sobre el amor de la humanidad, la empatía hacia los otros, la simpatía universal.
La prueba del mal es obligada, en la conquista del bien, su certeza: esa es la batalla.

- Amar la santidad, su paso. Figura, expresión: la mejor resolución del ser humano.
- Es el cuerpo de Faraón lo que me preocupa, el es mi sujeto, mi motivo. Es él quien asume. Su aspecto donde van a parar sus nervios, sus sentidos. El cuerpo de Domino y de todos. Ahí donde comienza todo, su comienzo. La puesta en escena, la evaluación de los planes, son –poéticamente- el reflejo de esa carnicería. El cuerpo místico de Faraón, sus heridas, la resonancia orgánica, sorda, poco dicha. Filmar sin piedad, lo más cercano, mudo, al unísono. El beso.
- La investigación policial es un buen mecanismo, un buen vehículo, y es, en sí, un perfeccionamiento, una dialéctica: una investigación de la verdad en una expresión concreta y común. El policía es, por experiencia, filósofo, a pesar de sí – un pensador y quizás un prudente- pero esta vez encarnado, expresado bajo una forma ejemplar, tangible, humana.
Pedagógicamente, el poli es más convincente.
Toda investigación le llega de sopetón, forzadamente.
Jamás salimos de él, jamás. El amor no es sino un deseo.
Las flores gustan a Faraón, su toque.
- He escrito un guión de esta manera, pensando que la literatura es el género más expresivo de la escritura, y que en el cine el juego es el mismo: se actúa siempre en la expresión y aquí, quizás, más aún. Si se encuentran reflejos, esto me parece, puede ser, mi intención, de la sola lectura; si tiran las emociones, si desborda el ritmo, viene la poesía. En esto voy sin miedo ya que se trata de hacer una película.
- La literatura muere a bordo del cine. Y queda la poesía.
- El guión no es la película, jamás, y aquí más que en otra parte…

original en francés
Nota de intencion de Bruno Dumont

Lo natural (intriga – crónica social, investigación policial – crudo de actuación de humildes gentes, actores amateurs, decorados naturales - Côte d'Opale, Flandres – puesta en escena ruda y simple) es la puesta en obra de un drama, lento, donde del relato ordinario de la existencia simple y común de seres, exuda y suda, insensiblemente, la monstruosidad humana.

Una presencia, la amplitud extrema – aquella inscrita ya en la confrontación con el titulo y el relato- su velo, deviniendo así poesía: una imitación de la naturaleza, la expresión cinematográfica de nuestra propia tragedia.

La Côte d'Opale, salvaje, marítima, ventosa, - sus jarrones -, la tierra gloriosa de Flandres, sus pendientes y sus cielos, la humildad su paisaje interior; aquel de Pharaon, el nuestro. Y su dulce mirada, su cuerpo tan incierto, su sexo, sus lagrimas, el hombre repugnante?

original en francés
Nota de intención del productor

Nosotros producimos el primer largo metraje de Bruno Dumont "La Vie de Jésus". Cuando recibimos el guión simplemente por correo postal, seguido de terminar nuestra lectura tuvimos la impresión de que tras este drama había alguien con talento.

Incluso aunque el guión de " La Vie de Jésus " no correspondiera a las reglas de la escritura escenaristica; incluso si algunos no vieron en su lectura sino algo como un ejercicio de estilo sin gran relación con el cine.

Tuvimos razón. “ La Vie de Jesus” es para nosotros una gran película. Una película dura, perturbadora, potente.
Si tener en cuenta la salida a la venta, hemos decidido producir el segundo largometraje de Bruno Dumont, “L’humanite”. Damos una total confianza. Pensamos que él será parte de los autores de talento que jalonan y han jalonado el cine francés…

original francés
La Humanidad / Bruno Dumont – Notas (Traducción: hiru)
Va, vete, y te lo doy por amor a la humanidad.
Molière / Don Juan (a un mendigo).

¿Ves lo que te decía? Os besare a todos, velados o dormidos, muertos o vivos. He aquí la verdad.
Bernanos / Bajo el sol de Satán.

y de aquí se pincha en show, para mostrar lo que continua de texto.
Spoiler: mostrar
EL CINE

El hombre exiguo se dice a si mismo que es ser imaginario, sin cuerpo, sin alegría, en el mundo que no existe y ya mortificado. Está en los comienzos, al inicio de la gente, en sus orificios, en sus aberturas. Le hace frente – a la espera de que se allane – residiendo, inhumano. Aparecen, invisiblemente, las comisuras y la inclinación de los rostros, vienen el cielo y los arboles, el aire marino. Todo está sordo. Todos los cuerpos flamencos y la tierra morena experimentan dolor, infinitamente; y las nubes aparecen, en detrimento de los mares, de la labranza. Es como si no hubiera nada. Por tanto, tan solo hay tiempo, inventado, abierto, desvelando nuestras caras crédulas, nuestra agitación. Es la vida.

EL TITULO

Preparación de una película sobre el amor de la humanidad, la empatía hacia los otros, la simpatía universal.
La prueba del mal es obligada, para la conquista del bien, su certeza: esa es la batalla.

La humanidad. No la cantidad de hombres, más bien esa posible cualidad moral del individuo: el sentimiento de benevolencia por otro, la bondad.

LOCALIZACION

Inicio de localizaciones. Decisiones difíciles. Estar vigilante de la identificación de los sitios. Me gustan las traseras de las granjas, ese montón de trastos agrícolas. Encontrar en este sentido la elección, no buscar lo bonito, pensar antes en cuidar la composición de los sitios anodinos. Dejar el paisaje indiferente.

PUNTO DE PARTIDA

Lo natural – o en todo caso, la superficie, sus apariencias, su verosimilitud – aquí una intriga policial a propósito de un crimen, una investigación; la vida social de la gente, sus tiempos; un pueblo de Flandes, su campiña, la Côte d'Opale, La Mancha… realidades aparentes y cogidas a prisa por la cinematografía para aparecer otras, figuras de poesía.
Lo natural aquí no es sino el aspecto visible de lo invisible, su forma, su expresión propiamente dicha; no hay otras vías y esto es, por mi parte, todo el arte del cine.

PRIMEROS MINUTOS

Un hombre asustado marcha sin vía y, lo alto de su persona se tira sobre la tierra de labranza… Primera escena muy física y ya otra, más allá, un cuerpo a cuerpo con el campo, lo oído. Allí, durante ese tiempo, humildes, son parejos, abajo, se hacen masa. Pronto todo se calma: la soledad en la tierra, el cuerpo, cuando llega ya el sexo y la muerte, prodigarse en el tiempo…

PERSONAJES

Entretanto, que se nos marque como un zarpazo que hemos recibido.

¡Ya voy! Su voz es extraña. De entrada, faraón es falso… Falso, como un dibujo. Faraón es un dibujo de hombre. Falso, con razón y ordinariamente, en el sentido contrario de verdadero, pero por esto incluso, rápidamente, se hace valor. Me parece que no hay que esperar nada de una descripción justa de la realidad y que los intervalos serán los primeros momentos del arte, los signos de su puesta en obra sobre la verdad. Si la obra de arte nos habla de la realidad, esta procederá por rodeos. Aquí pues con faraón, por su torpeza, intento como un dibujo, esta alteración de la representación exacta de la vida.

Faraón es falso, disonante, en su actuación, sus entonaciones, y de algún modo, con sus intervalos, se nos revela nuestra condición ya que también él mismo es el reborde. La falsedad de faraón es la extremidad, el comienzo, el inicio del movimiento de nuestra propia verdad que, sin ella, seria inexistente… El arte es lo falso decía Degas. Si, y es la única manera de sentir lo verdadero…

Faraón es como un rostro del pintor Gustave van de Woestijne.

Faraón es un hombre simple; es claro y dulce: la parte universal aquí es más visible. El es aquello que nos es común. Es una persona que por su deformación tiene una fuerza suplementaria de expresión. Faraón tiene pose pensativa: un cuerpo gruñendo y pensante, amoroso, helado de pavor. Pensar en Rodin, lo inacabado, el relleno probable del espectador.

Faraón es teniente de policía, no por sí mismo sino en primer lugar porque circula en coche de policía. Su vehículo establece su función y su ser. Y así sucesivamente… Yo le he filmado lo más cercano a lo mudo. Su cuerpo es lo que me preocupa. Su cuerpo es el que captura, el que siente en primer lugar y que es primero. Ruedo su cuerpo mudo porque este es el principio, el inicio mismo de la humanidad entera y donde yo me resuelvo. El es mi motivo y, con el suyo, el de todos los hombres. Lo encuadro obstinadamente, sin descanso. El cuerpo es la causa del intelecto, el aparato a ser y a experimentar a los otros. Viene entonces el murmullo de su pensamiento y de su voz sorda en fin, breve, que nos inquieta.

Su cuerpo poroso se impregna de otros. A menudo llora. Faraón es atraído por los cuerpos y los sexos. Escruta los orificios, siente, abraza: el sexo es fatal. Faraón confunde los sexos, y besa al hombre.
¡Ese es mi trabajo!... Los instintos, el sexo es en el relato la expresión poética del amor espiritual por la humanidad, pero se mezcla también con la concupiscencia y el lujo. Turbación de los sentidos, confusión de amores, brotes frenéticos, sagrado…

Faraón es la luz suave del hombre. El es su cuerpo, sufriente y azul.

Los héroes de la humanidad son los náufragos de los afectos.
El cuerpo esta al principio del espíritu: estoy reducido.
Película destroy, destruida.
Se eleva en el aire, se estrella en el otro, tiene bien y mal.
El amor de los cuerpos, la atracción de las masas físicas como expresión de lo espiritual, el amor del hombre.
Faraón es una masa. El es una iluminación.
Cuerpo poroso.

Es el cuerpo de Faraón lo que me preocupa, el es mi sujeto (mi tema), mi motivo. Es este quien lleva. Su aspecto donde van a parar sus nervios, sus sentidos. El cuerpo de Domino y el de todos. Ahí donde empieza todo, su inicio. La puesta en escena, la evaluación de los planos, son –poéticamente- el reflejo de esta carnicería. El cuerpo místico de Faraón, sus heridas, la resonancia orgánica, sorda, poco dicha. Rodar sin piedad, lo más cercano, mudo, al unísono. El beso.

Es una película a propósito del sexo, puesto que esto es fundamentalmente lo que nos atrae, lo que nos destruye: la vida.

Domino, objeto de envidia. Dulce amiga de faraón, tan humana… Joven mujer húmeda, lubrica, enganada de amor, de sexo. Resignada de sus costumbres, ella vive de sus instintos cuando a su espíritu viene su sexo. Labio destrozado, cuerpo gigantesco.

FILMAR SU APECTO, SU ROSTRO, PAISAJE DE SUS COSTUMBRES.

Rostro: tan bonita palabra, fachada regalada, tierra, marco de la ética.

Actores: gente de allí, personajes idóneos. Rodar a pesar de ellos.

Tan bella, tan dura. Filmar su celo, su infinitesimal alegría.

Encuadre de su sexo de frente, sin temor.

Al lado, en su casa, sobre su cama, extendida sin ropa, vivimos entonces, en el inicio del vientre de Domino sorbiendo sus mocos, invisible, en la abertura de sus muslos muertos, su gran vagina: todos sus pelos negros del origen del mundo.

Su sexo llorando y lucido es, con la misma postura, el equivalente a aquel muerto, aquel de la pequeña víctima: fin del mundo probable.

SE ATRAEN A PESAR ELLOS, TODOS, LOS UNOS A LOS OTROS, PERO SUFRIENDO: ES UNA TRAGEDIA PORQUE QUEDARÁN LÚCIDOS Y CLAROS. LOS CUERPOS COMENZARAN PARA LLEGAR DESPUES A SU ESPRITU (MENTE). LA PELÍCULA EN SU DESARROLLO DEL CUERPO ES ABSOLUTAMENTE EL COMIENZO DE LA MENTE, SU INICIO.

Una chica lubrica, ella lo sabe, y lo sufre.

Domino tiene los ojos rojos de haber llorado y está desolada. Mira a faraón, alelada, atroz, encinta de crimen. Están sentados en su cocina. Faraón está al lado de ella, una mano en su nuca, la contiene. Ella está inmunda aguantando su vicio, el de su amante.
Ella está inhumana.

Joseph es alguien bastante soso, directo, sin calor ni antipatía particular. El es la banalidad del mal, su modernidad.

El comandante, hombre tímido y escasamente aplicado que no llega a nada. Eslabón impotente de la administración, suda su bondad en su ventana y la vacuidad de sus horas. El busca, sinceramente, pero no encuentra nada. Naufrago de su cargo y del calor del tiempo. Esta molesto a causa de las pequeñas chicas. Es un buen tipo, que quiere, pero que no es lo bastante fuerte. Faraón desea su amistad, entonces, lo escruta en su piel y en todos sus poros, de abajo a arriba, sin cesar.

EL GÉNERO POLICIAL

Melville decía del género policial que este era un buen vehículo.
La investigación policial es un buen mecanismo, un perfeccionamiento, una dialéctica: la búsqueda de la verdad en una expresión concreta y común donde, el aire (parecido) a nada, eso está en la obra.

El descubrimiento importa poco. Lo que cuenta es el movimiento: buscar.

BURLESQUE

La puesta en escena sonríe con frecuencia al mal de aquellos que ella colma. Lo burlesco está latente en esta tragedia, el vigilia en la fatalidad de los propósitos.

SEXO

El sexo es el único medio de hacer cuerpos, de copular una y otra vez hasta la muerte. Es la vía trágica de la fusión del deseo inaccesible a UNO que nuestros cuerpos humanos fragmentados, exiliados, intentan recobrar. Nosotros nos deseamos, mucho, pero quedamos los unos a bordo de los otros, a pesar del empeño y el estrépito de nuestros sexos juntados.

Joseph y Dominó follan sin reservas, con amor, en el gozo y el ardor de sus miembros, pero jamás logran llegar a cumplir la fusión. De instinto nuestro ser animal perpetúa nuestro exilio.

No tengo miedo de la crueldad en la pantalla. Obscenidad necesaria y breve, insertándose en la dulzura de los seres, en su cara.

En el plano del sexo de Domino tenemos la evocación del placer, y al mismo tiempo, el dolor.
Dominó está a punto de llorar; ¿dónde meter la cámara? Entre sus muslos, donde llora.

EL PINTOR
El cine está limitado delante de la pintura.

El abuelo, Pharaon De Winter, verdadero pintor de bailleul, (1849-1924) y del cual sus obras se exponen en la secuencia del museo.

Un verdadero retratista, no el del parecido, sino el del amor a la gente, los flamencos. “Les enfants de Marie”, tela contrastes de blancos. Dos comulgantes de rodillas, manos juntas, rezan. Pharaon De Winter era un retratista. El pintor de las gentes de aquí, de su rostro y de sus manos. En las casas de reposo, al iniciar el siglo, buscaba pensionistas, hombres y mujeres, para modelos con vistas a figuras respetables – monjes del Mont de Cats, Hermanas Negras del Dispensario – o también miembros de su familia, sus cercanos. Señora De Winter, Julie Fagoo, a menudo, su hija, y se pintaba a sí mismo. A menudo, todos, con la misma mirada, retenida. Sus telas son radiantes. Nunca vimos las manos de la gente tan bien pintadas, grandes, venosas, brillantes, pequeñas, transparentes, luminosas: ellas son verdad.

FLANDRES /Le Pas de Calais.

Incluso, este hombre curvo persiste. No estaba lejos del mediodía. Debió tomar conciencia del mal que había cometido porque el paisaje inmenso, de rudo era mudo. La alondra había desaparecido. Cercano a él una reja de un carro negruzco; mas lejos, y a perder de vista, otras tierras revueltas, trabajadas, suelos amplios, abiertos, ocres, tripas aun calientes, esperando…

Fue su abandono. El aire marino llega.

Paisajes impresionantes, cuadrados, devolviéndonos la potencia infinita de nuestras líneas y de nuestras curvas, con nuestros horizontes lejanos, amplios. País sagrado, mudo, humilde, dibujo de suertes, paisaje de nuestras costumbres. Tierra humana.

El sufrimiento es el sino de nuestra condición; el pliegue natural de todas nuestras alegrías. La alegría, decía Espinoza, es el aumento de nuestra potencia actuando; es el reborde espeso de todos nuestros dolores. La enfermedad nos deforma y nos atraviesa. Hay en la deformación – la de la escultura de Minne o de Rodin – una fuerza suplementaria de expresión, un reflejo trágico de nuestro misterio. El arte poético, el cine, van, con sus modificaciones o sus imitaciones a la naturaleza, a volver a nosotros.


La enfermedad es un estiramiento en sí, recepta una parte de poesía. El sufriente exprime la condición: allí donde un hombre sufre la humanidad se tensa, consiste, desvela ostensiblemente su misterio.

La lástima es el vínculo místico que nos une a todos con cada uno; todas las tragedias nos atraen, sinceramente.

LUZ

Lo peor, eso es la luz; la indiferencia de los paisajes resplandecientes, las verduras, la tierra, su gloria, sorda, muda y que es ocre. Es el sol ardiente, son los arboles que dicen nada. Todo calla que eso ha sido un crimen. Todo es físico, desgracia, todo se encarna en los cuerpos, abajo, rostros silenciosos; la consciencia, el espíritu, ellos, se esconden

L’humanite es una tragedia porque siembra, con esfuerzo, la emergencia, lenta, crepuscular, carnal, de un conocimiento deslumbrante, místico.

En la luz no hay ninguna indicación, ninguna pista, porque ella no tiene más que hacer. Ella es indiferente en este drama que se despliega: lo hace bonito. Ella es todo lo que ella ve, visiblemente.

Estas luchas son el movimiento de la película, su paso.

Se trata de lo natural. El mundo que grabamos nos dice siempre aquello que es necesario. Es en el objeto mismo del plano donde encontramos las indicaciones para la iluminación, dicho de otro modo no hay manera proveniente de la puesta en escena, de la intención, del a priori, como no sea ésta.

Hace falta someterse y reflejar la luz.

Entonces todo es el aire de nada: todo lo que vemos es simple y común.

Pero lo ordinario es la expresión de lo invisible. Lo invisible no se graba y toda tentativa es tonta y vana. Es necesario tirar por una vía forestal, esperar; pasando, por ahí va…

La simplicidad, lo ordinario son aquí expresión de una potencia. Ella jamás es grabada – todo es común, visiblemente – pero lo invisible se revuelve y la fuerza deviene terrible.

RODAJE

Hay, invisiblemente, lo sagrado escondiendo.

Una película extraña, muda. Gusta del tiempo ordinario, mediocre, donde se llega más allá de los seres. Ver a Emmanuel (Faraón) ir por el Monte des Cats, sus pequeños brazos ir y venir, su paso, verle partir tan común por las tierras de labor y ver surgir también el otro mundo aunque todo sea ordinario. Estamos exactamente allí donde es necesario encontrarse, más aún: el misterio es ahí, mientras que, con la puesta en escena, no hay nada. No hay nada y por tanto hay una potencia inmensa. Ir hacia ellos, inventar el relato a partir de su materia, nosotros mismos lo queremos ahí todo entero.

No esperar acabamiento en el rodaje sino la materia a montar. No completar en esto. La mediocridad esta arrejuntada, está ahí, y es de ella de donde surgirán los prodigios. Es el tiempo mismo que la precede, su trabajo. No hay otras vías.

No hace falta tener miedo de la pobrete en la actuación del actor no profesional. Esto es lo que conduce a escoger especialistas aunque no es sino un mal momento a pasar.

No tener miedo. Del vacío.

Dejar el paisaje indiferente.

Escoger lugares sin ideas; pensar en la potencia del encuadre que, al delimitar, extrae, y está trabajando; pensar en los personajes que habitarán ahí, en la acción. Hacer frente a la impotencia de los sitios, inventar la expresión en la composición poco hábil con los encuadres, y encontrarle toda la fuerza. Viene necesariamente de la mirada, de su solicitud. El paisaje no puede nada. Grabar mucho entonces, pero, en tanto que se pueda, donde se esté tranquilo, a la calma.

Oponer valores en planos señalados, distantes: ahí sacar el ritmo. El espacio sirve de movimiento, es tiempo que es visible.

Cámara sobre la espalda, para tomar los planos, poner energía, la respiración.

Nunca buscar lo bonito: esto no es la expresión de lo verdadero. Lo verdadero no es visible, está en el tiempo, (movimiento, ritmo), invisiblemente se derrama. Se inscribe en la puesta en escena, en la mirada, en su tiempo. Salvar a los personajes, salvarlos a todos.

Miedo.

Nunca tener miedo de la desgracia, de lo feo, de lo obsceno.

Nunca tener miedo del silencio, de la austeridad, de callarse.

No hay nada bonito que filmar, ostensiblemente.

TRABAJO

Ver las esculturas estiradas de Georges Minne; ver a la gente alrededor de ellas.

Continuar a trabajar, ponerse en estado, para no pensarlo más.

El arte es una guerra, el es una lucha. No vamos a expresarlo, ni a grabar un tema exhibiéndolo, no le prodigamos, porque debe aparecer, no sobre la tela sino en el cuerpo del espectador. El cine no es sino un reborde para seres. No miramos una película, es ella quien nos mira, nos huele: toda puesta en escena del cine, por mi parte, debe partir de ahí y ahí acabar.

La humanidad es una película a propósito del sexo y de la muerte. Es ciertamente una pequeña obra metafísica a causa de su distancia con la realidad y que va a las causas primeras, así pues a los cuerpos. Se trata, creo, de la metafísica de las costumbres, de los orígenes de los comportamientos, de los instintos. Sonda.

Faraón está hecho como lo está toda obra de arte y como única posibilidad de expresar lo verdadero. Amar el misterio del film y sus partes irresueltas.

Allí se despliega la fatalidad de nuestros instintos y la clarividencia de nuestra consciencia (Dominó).

http://www.tadrart.com/fr/films/humanite/index.html
Unos apuntes que hice unos años atras y a los que sigo haciendo arreglos:
Spoiler: mostrar
Esto es un borrador personal, inacabado, dejado aquí por no dejar ese vació... si te gusta, bien y si no, pues tan pancho (tambien)

Trato de hacer una relación entre la filosofía de Friedrich Nietzsche (así se escribe) y Las películas de Brno Dumont. A la vez, pretendo hacerla de la manera en la que se lee el cine, es decir, con diversidades o ambigüedades que nosotros, los espectadores, tratamos de unificar, desechando lo que no cuadra o lo que no somos capaces de comprender (si es que hay algo que comprender, partamos de la base de que si es necesario hacer un esfuerzo por interpretar.) Entiendo que la escritura es un lenguaje de comunicación concreto, yo lo utilizo de una manera caótica, cierto, a causa de mis carencias en el lenguaje… pero pido atención y, no dudéis en preguntar si es que no entendéis algo. Que os responda o no, ya se vera, cualquiera esta invitado a hacerlo.

No me extenderé demasiado (¿aburro ya?), (¡que no me extenderé demasiado!).



Empiezo con un fragmento de el libro “El Anticristo” de Friederich Nietzsche (Nietz en adelante, me apropio que no le sentaría mal).

Nietzsche:
La compasión es antitética de los afectos tonificantes, que elevan la energía del sentimiento vital: causa un efecto depresivo. Uno pierde fuerza cuando compadece. Con la compasión aumenta y se multiplica aún más la merma de fuerza que ya el padecer aporta en sí a la vida. El padecer [Leiden] mismo se vuelve contagioso mediante el compadecer [Mitleiden]; en determinadas circunstancias se puede alcanzar con éste una merma global de vida y de energía que está en una proporción absurda con el quantum [cantidad] de causa (-el caso de la muerte del Nazareno). Éste es el primer punto de vista; pero hay todavía otro más importante. Suponiendo que se mida la compasión por el valor de las reacciones que ella suele producir, carácter de peligro para la vida aparecerá a una luz mucho más clara todavía. La compasiñon obstaculiza en conjunto la ley de la evolución, que es la ley de la selección. Ella conserva lo que está maduro para perecer.



Interpretación de las primeras escenas de L’humanite.
La tierra que vemos en las imágenes representa el estado de Pharaon en su mente, su desesperación. Pharaon cruza de lado a lado el plano, corriendo sin aparente rumbo. ¿Sin aparente rumbo?, no sin aparente rumbo. Es claro que Dumont prepara las cosas antes de rodar, por tanto es una obra de ficción. Pero vamos a fingir que no es ficción precisamente porque son cosas que suceden habitualmente, y porque esta teoría nos sirve para encontrar cosas con tranquilidad, encontrar lo que se comprende mediante la contemplación.
Volvemos a la película. Pharaon esta tumbado en la tierra boca abajo. Suena la alarma de un coche, pronto sabremos que es el coche de Pharaon. Pharaon mira al coche que le “llama” y en la siguiente escena le vemos dentro del coche. La niña asesinada y tirada al borde de la carretera, entre unos matorrales, es la carga que no puede superar Pharaon. La escena de la maquina de arar la tierra, simboliza la confusión o destrucción de su mente; la tierra "madre"; o también puede interpretarse como una tierra quemada/que-quema y/o revuelta. Pharaon quiere evadirse. “La carga” le pesa demasiado, sufre.
En ese momento vemos su dedo pulsar el “play” del aparato de música del coche del que por “arte de magia” suena un clavicordio: La música puede representar un medio para evadirse o quizás un abandono a la "divina providencia" (como cuando se tumba en esa tierra revuelta).., también puede ser o es una “interpretación del inocente” (¿del oyente?) y quizás puede representar la destrucción en la que esta envuelta la sociedad con ese metrónomo marcando el tiempo siempre, a las buenas y hasta a las maduras. Musica de Bach. Música Espiritual; Música Materialista.
El alma de Pharaon sufre y no es capaz de superar ese sufrimiento, siente “compasión” por la niña. (¿decir "alma" es como decir "inconsciente"?)

Imagen Imagen

La segunda parte de mi critica a L’Humanite está enlazado con la primera aquí mismo. He quitado el fragmento de Nietzsche por ser mas una respuesta, aunque puede estar relacionado con el argumento (vuelvo a ponerlo): Os dejo buscarle la relación... Lo hago de la manera que expliqué en el otro post (enlace), y lo hago así porque no me gusta una determinada interpretación, y porque no quiero romper el planteamiento de este cine; el cual no busca educar, sino mostrarse de modo realista, de tal manera que nos/le fuerza a hacer consciente... A respirar con el.

Segunda parte
En este punto Pharaon ya comienza a buscar compensaciones; la bici, la tele, la música, -a esta ultima Dumont le da un tratamiento especial-, son ideas que bajo los parámetros de su entorno, -por el cual Pharaon es vivido- , se convierten en formatos de evasión, en maneras de huir de las penas -se trata de aprovechar el poco tiempo libre del que dispone para desfogarse rápido y corriendo, sabiendo que mas tarde o mas pronto tendrá que dirigirse a las obligaciones del “sistema”. Pharaon es forzado a esa situación, no tiene espacio para otra cosa, y solo dispone de los medios para mantenerse así. En todo momento se ve que no esta preparado para continuar las labores de investigación del crimen, y que cuando encuentra una prueba (la del tren de alta velocidad por ejemplo), en la cual puede encontrar la causa, ésta, aparece como insalvable, y le dirige a la misma situación. Hay puntos de la película en los que Pharaon aparece como si fuera un vidente, mas que un policía. Momentos en los que intuye que su trabajo no es mas que un trabajo de contención. Pero él, -solo como esta-, no puede encontrar ninguna solución -o bien él mismo es la solución. Es una carrera contra el tiempo y contra el sistema. Un sistema totalmente acelerado. Un tiempo extraño.
Finalmente, y con la ayuda de la policía de otro pueblo (o de la ciudad no se exactamente), cierran el caso. Encuentran al culpable y esto alivia mucho a Pharaon, que parece disfrutar al ver sufrir a sus amigos, los cuales hasta entonces no conocían el “curso” de la situación…

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De momento así (aunque la segunda parte es cortisima de orejas... mirarlo desde el punto de vista emocional puede ser la clave), y ánimo a ver la película sin miedos y sin pensar que es necesaria una supermente para poder ir comprendiendola.

La base es simple, pero la base es la altura, estamos al comienzo… adelante.

Imagen

Es la anarquía, se dijo la policía...


Música en " L'humanité ":

PANCRACE ROYER
Pièces de clavecin N°11 - Le Vertigo
William Christie - clavecin : William Dowd
Harmonia Mundi France
Réf . 1901037 - P. 1981 - CD 1992
enlace para emule: ed2k linkPancrace Royer - L'Humanite.mp3 ed2k link stats
Séquence 2/3 : 1'28''
Générique fin : 2'50''
Total : 4'18''
Un flac de piezas de Pancrace Royer para clavecín, interpretado por W. Christie: ed2k linkRoyer_Pieces de clavecin_W.Christie_Flac-portadas_para EC.zip ed2k link stats

Musique originale composée par Richard Cuvillier
editions Gorgone - Production : 3B

- séq 21 : " Techno 1 " temps : 0'25''
- séq. 22 : " musique brasserie " temps : 3'39''
- séq. 28 : " Techno 2 " temps : 0'58''
Última edición por hiru el Dom 01 Mar, 2015 12:59, editado 20 veces en total.

mot
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Re: L'humanite (Bruno Dumont, 1999) DVDRip VOSE

Mensaje por mot » Lun 01 Jun, 2009 07:02

Gracias.

hiru
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Re: L'humanite (Bruno Dumont, 1999) DVDRip VOSE

Mensaje por hiru » Mié 03 Jun, 2009 18:13

Edito para añadir traduccion de Notas de Bruno Dumont

un saludo

elbicho
Mensajes: 171
Registrado: Lun 12 Jun, 2006 00:53
Ubicación: Al final de la escapada

Re: L'humanite (Bruno Dumont, 1999) DVDRip VOSE

Mensaje por elbicho » Sab 22 Ago, 2009 21:28

Era algo largamente deseado.

Mil gracias