
Ficha de Fimaffinity:
[quote]Mil años de oración
TITULO ORIGINAL: A Thousand Years of Good Prayers
AÑO: 2007
DURACIÓN: 83 min. Trailers/Vídeos
PAÍS: USA
DIRECTOR: Wayne Wang
GUIÓN: Yiyun Li
MÚSICA: Lesley Barber
FOTOGRAFÍA: Patrick Lindenmaier
REPARTO: Faye Yu, Henry O, Passa Lychnikoff, Vida Ghahremani
PRODUCTORA: Coproducción USA-Japón; North by Northwest Entertainment / Entertainment Farm
Más información: 2007: San Sebastián: Concha de Oro, Concha de Plata mejor actor (Henry O)
GÉNERO: Drama
SINOPSIS: El Sr. Shi es un viudo jubilado de Pekín. Cuando Yilan, su única hija que vive en Estados Unidos se divorcia, decide visitarla en la pequeña ciudad en la que trabaja como bibliotecaria. Su intención es estar con ella hasta que se recupere del trauma. El es un “ingeniero aereospacial”, como le gusta decir a la gente que conoce en América para disfrutar de la atención que le prestan. Pero a Yilan no le entusiasman tanto sus demostraciones, ni está interesada en su plan para salvar su matrimonio y recomponer su vida. Cuando el Sr. Shi insiste en encontrar las causas de su divorcio, Yilan empieza a evitarlo... (FILMAFFINITY)
CRÍTICA:
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"Una joya intimista (...) Wang logra aroma y encanto en una sugerente e irónica película" (Carlos Boyero: Diario El Mundo)
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"Una fascinante y cálida película (...) sencillamente maravillosa" (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC)
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"Una filigrana de orfebrería. (...) preciosa película, quizá la mejor de su ya larga filmografía (...) Wang rueda con maestría y sensibilidad (...) Puntuación: **** (sobre 5)." (Alberto Luchini: Diario El Mundo)
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El Boyero no es precisamente santo de mi devoción, pero...
[quote="Carlos boyero"]83 minutos de sensibilidad
CARLOS BOYERO 18/04/2008
Wayne Wang, al igual que tantos espíritus inquietos y experimentadores vocacionales del cine independiente norteamericano, gente como Steven Soderbergh y Gus van Sant, e incluso directores mexicanos con afanes trotamundos y prestigio internacional como Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón, descubrió las ventajas de alternar el cine que deseaba hacer, las películas inconfundiblemente personales, con los productos made in Hollywood, calculados, millonarios, de fórmula infalible, con la única prioridad del éxito. Esa legítima y pragmática actitud imagino que preserva a la vez la integridad artística y la salud de la cuenta corriente.
Algunos de estos creadores logran moverse con transparente dignidad entre el proyecto personal y el mercenario. No es el caso de Wang. Sus coqueteos con la gran industria no han dejado ningún título memorable, pero sí películas relamidas, pretenciosas, rutinarias y vacuas como El club de la buena estrella, Sucedió en Manhattan y Mi mejor amigo.
Sin embargo, cuando este tío habla con tono intimista de lo que le importa, cuando se vuelca en los pequeños dramas de gente solitaria o sola, en la catarsis de los conflictos familiares, puede realizar joyitas, un cine tan sensible como sugerente, retratos tragicómicos de seres estupefactos o perdidos. Otorga a sus personajes autenticidad y sentimiento, solidaridad en la desdicha, involuntario humor. Ocurría en la preciosa, lírica, agridulce y generosa Smoke. También era muy apreciable el insólito y gracioso documental sobre el rodaje de ésta en Blue in the face, reivindicando los placeres que dona el tabaco, algo transgresor, ya que en esa época se abría la veda en Estados Unidos para acorralar a los infames fumadores.
En ambas andaba por medio Paul Auster, escribiendo el guión de la primera y codirigiendo la segunda. Doce años después, Auster preside el Festival de San Sebastián que le otorga la Concha de Oro a Mil años de oración. Y no es un favor al colega. Supone el reconocimiento al talento y el pulso de Wayne Wang para contar de forma ácida y tierna la compleja relación entre un anciano chino que visita en Estados Unidos a una hija que intuye infeliz. El contraste y el desencuentro entre este superviviente de la Revolución Cultural y la resignada desolación de su americanizada hija están descritos con sutileza y profundidad, con aroma y sabiduría.
Lo que cuenta es triste. Habla de los secretos y las mentiras que uno llega a creerse para justificar o soportar su existencia, del sentimiento colectivo de soledad, de la angustia y la impotencia ante el sufrimiento de lo que más quieres. Pero también posee humor y gracia mostrando el desconcierto de este hombre ante el nuevo mundo, su humanidad en sus intentos de comunicación con los extraños, una poética no subrayada, un actor al que llegas a querer. Y te despides de ella conmovido, con sabor agridulce, agradecido.[/quote]
En Miradas de Cine:
[quote]Mil años de oración (Wayne Wang, 2007)
Por Antoni Peris i Grao
A la deriva
Hacen falta 300 años para decidir si se puede compartir una barca con alguien. Hacen falta 3000 años para saber si se puede compartir la almohada con una pareja. Frente a estos proverbios chinos, Wayne Wang se queda con 1000 años de oraciónn . a medio camino de todas partes. El cine de Wang es un cine tranquilo, con brotes ocasionales de alegría en medio de un canto nostálgico. Sus mejores obras, Smoke (1995) y La caja china (1997), tienen estas características. En este sentido 1000 años. sigue la norma.
La historia del anciano chino que, tras enviudar, decide dejar el país milenario para acercarse a su hija, residente en los USA, tiene mucho de la nostalgia que caracterizaba las cintas referidas. Allá dónde William Hurt arrastraba el dolor de la pérdida y dónde Jeremy Irons buscaba en el amor la continuación de un mundo en extinción, el anciano señor Shi (protagonizado por Henry O, ganador de la Concha a la mejor interpretación en San Sebastián) busca en su hija el complemento al vacío que le invade. Sin embargo, no encuentra sino un vacío aun mayor. La hija, parcialmente occidentalizada, no está receptiva a su llegada dado que interfiere con su vida. Será el propio Shi quien, con un pragmatismo digno del Auggie de Smoke, empiece a buscarse la vida. Tras plantear, sucintamente, que la comida que hace su hija puede orientarse a sus gustos tradicionales. ("¿así se cocina en América?", pregunta en una de las silenciosas cenas que comparten), decide comprar un wok para mantener el sabor oriental.
Wang seguirá la trayectoria del personaje con tantas elipsis como sutileza y construye una nueva obra sobre el desarraigo muy coherente con las obras mencionadas. Parece que el autor se desenvuelve mucho mejor en las tramas más simples que en las narraciones más complejas, y más tópicas, como En cualquier otra parte y Sucedió en Manhattan. Así recoge con sutileza la inocente relación de Shi con otra desarraigada, una iraní que huyó de la locura religiosa de su país. Como él, como su propia hija, oculta un doloroso pasado y un presente limitado. Los desarraigados tienen un espacio difícil en la tierra de la gran promesa y son apartados a residencias de ancianos dónde subsisten discretamente. La sutileza es la base del puñado de planos o secuencias que sirven a Wang para definir el personaje. La mirada atenta, perseverantemente curiosa, a todo aquello que para él es novedad: el vecino que juega al golf en su pequeño jardín, los anuncios en las calles. La mirada púdica, apartada de la chica en bikini que habla con él con toda espontaneidad. Si el Sr Shi no puede encontrar su espacio en el Noroeste americano no es por su culpa sino por la actitud de una hija que le vive como un intruso (un conflicto también presente en Smoke), tal vez por que ella aun se considera intrusa en ese país. No es ninguna casualidad que su clandestina relación sea con otro desarraigado.
La trama se arrastra con una lasitud algo excesiva. Tanto que al final, el conflicto entre los dos personajes parece fuera de lugar, impostado. Al fin y al cabo, no importan los motivos (aparentes) del rechazo de la hija hacia el padre, como la situación de fondo. Si la situación de ella es vivida por él como inmoral, ella le acusa de la misma culpa. Un giro argumental, rebatido (¿por una verdad o por una fabulación, por una nueva mentira?) en la siguiente secuencia. No hay en el tono de 1000 años de oración cabida para un giro dramático. Posiblemente no era necesario por que la mirada tranquila de Wang ya había exhibido el conflicto en un tono oriental, silencioso. Y por que, como la última escena confirma, Wang ya deja claro que toma partido por el anciano que parece asumir con madurez y naturalidad su situación. El desarraigo es, según Wang, mayor para aquellos que pretenden no notarlo que para los que viven, perpetuamente, en él.
[/quote]
Buscando por la mula he encontrado esto:
Versión Saphire:
Tiene incrustados los subs en inglés para los diálogos en chino, así que recomiendo los subs que Oldie subió a Subdivx, en los que acortó líneas para que no se superpusieran con los incrustados.
DATOS TECNICOS:
- Spoiler: mostrar
CAPTURAS:






eLinks:
Subtítulos .srt en descarga directa (adaptados por Oldie para que no se superpongan con los ingleses):
SubDivx ~ OpenSubtitles
Subpack (idx+sub) en la mula:
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Por si los subs incrustados en inglés son poca cosa, he encontrado una distribución que lleva incrustados los subs en español además de los ingleses. Aunque es de mayor tamaño, creo que se trata simplemente de la versión Saphire reprocesada -hinchándola artificialmente a 1,24 Gb- incrustando los subtítulos del subpack. No la recomiendo (echad un vistazo a la primera captura), así que lo dejo todo en spoiler para no marear:
- Spoiler: mostrar
Otras opciones en DXC:
